¿Alguna vez les ha pasado que se culpan de todo por nada más solo existir y mienten para cumplir un sueño o propósito en la vida o vengarse de tus padres?.
Bueno, eso es lo que hizo nuestro protagonista Adrien Atanasio Agreste Graham de Vanilly o también conocido como Magnus Dumont Mercier.
Sus padres lo abandonaron al cumplir tres años de edad en una ciudad llamada, Monody.
Desde los 6 años, esperó a que ellos volvieran por él para salvarlo y sacarlo de esa horrible ciudad pero... nunca volvieron y desde entonces, los odia con todo su corazón y con toda su alma.
Doce años después, regresa a París para vengarse de sus padres usando sus poderes y contratos convirtiéndose en el único hijo de los peores enemigos de sus padres, Jessica Colette y Estefan Dubois (que ellos no saben que es hijo de sus enemigos).
Un día, Connor y sus secuaces escapan de prisión no sin antes, liberar su maldición.
La maldición consiste en que al sonar las campanadas de la medianoche, sus ojos cambian de color y mueren dependiendo del color que les toque a cada uno de los amigos de Adrien.
Poco a poco, mostrará su identidad a los que ama (a excepción de Jessica, Estefan, Emilie y Gabriel).
Una boda se aproxima al igual que algunos embarazos y conforme pasan los días, las cosas se saldrán de control.
Sus amigos (Alya, Nino, Chloe, Luka y Marinette) harán algo que le dolerá mucho a Adrien, sin importar las consecuencias de sus palabras, verdades y desiciones que tomen cada uno de ellos.
El día de su cumpleaños, hará algo que todo París, se entere quien es Magnus Dumont Mercier en realidad (Incluyendo Jessica, Estefan, Emilie y Gabriel).
Ese día, también se descontrolara y Jessica, Estefan, Emilie y Gabriel, harán algo que cambiará la apariencia, la conducta y la forma de ver las cosas de Adrien.
La madre de Jane Aubrey, tras un intento desesperado por conseguir dinero, vende a su hija a los gemelos Caracalla y Geta como sirvienta.
Estos despiadados gemelos se aprovechan de la menor y le arrebatan su pureza, sin saber que sus juegos iban a tener graves consecuencias.
{...}
Jane Aubrey acaba cayendo en una grave dependencia emocional, y desarrolla el tan conocido síndrome de Estocolmo, que le impedirá seguir conllevando su vida con normalidad.
Por su parte, Commodus aparece de nuevo para hacerse con el trono y pone en peligro la ciudad de Roma y la vida de la menor, pero Geta no dejará que eso pase. ¿O sí?