Texto subliminal

Es octubre y abraza el otoño. Las hojas secas que caen de los árboles son el reflejo de mis ilusiones, cayendo delicadamente al suelo y agrietandose haciendo un ruido lento al ser pisadas. El frío empieza a acariciarme por las noches y el tamaño de la cama me parece un laberinto sin salida. Se me cangrenan los sentidos y tengo los labios en carne viva de tanto mordérmelos y secos por la ausencia de tu boca. Es octubre y no tengo tu voz cálida para refugiarme en tu pecho y los latidos no dejan de asaltarme con vuelcos al pensarte. Sé que si te tengo delante me vuelvo muda y dejo de ser yo misma; pero no sabes lo que es ser yo. Soy una granada que va arrasando con todo, explotando con desastres y líneas rojas. Soy una brújula rota, esquivando todos los caminos que no me llevan a ti. Es octubre y el otoño abraza. Llueve incluso en este texto y estoy sin ti.