Entonces lo supo tenía que dejarlo ir, tenía que soltarlo para que pudiera ser feliz y no le quedó más remedio que aceptarlo, lo soltó lentamente, sintió cómo una parte de su alma era arrancada con fuerza y solo pudo quedarse ahí, observando cómo le era arrebatado el amor de su vida. Pero a pesar de todo sonrió, sonrió cómo nunca lo había hecho, por qué sabía que él iba a ser feliz. /Sasunaru/Itanaru.Creative Commons (CC) Attribution
1 part