Una pequeña cafetería, un bebé de diez meses, deudas, facturas, una taza de café humeante, y el olor a azúcar caramelizada perfumando el lugar.
Un empresario pragmático, semblante estoico, frío y aparentemente sin emociones; con mucho papeleo, reuniones importantes, firmas por aquí y cheques por allá.
Martes y Jueves. Así es como empieza.
|| Donde Harry es un chef, padre soltero y dueño de una pequeña cafetería que resulta ser más pérdida que ganancia, y consigue trabajo en la cafetería de una empresa los Martes y los Jueves.
O donde Louis, dueño de una importante y renombrada empresa en Londres, frío e intimidante, decide un martes bajar a almorzar, por primera vez, en la cafetería de su empresa. ||
Historia completamente de mi autoría.