Cuando caes hasta el final del pozo solo quedan dos opciones, dejarte morir o escalarlo. Dos almas rotas, dos corazones solitarios, dos personas opuestas y un solo destino marcado por la leyenda del Cristal de Plata. Hermione se encuentra incapaz de volver a Hogwarts tras la guerra, por lo que decide terminar su último año académico en el Colegio Ilvermorny de Magia y Hechicería con la idea de alejarse de todo y sanar sus heridas emocionales antes de regresar a casa y enfrentarse a los recuerdos. Draco Malfoy logra esquivar la prisión de Azkaban por los pelos, pero en cambio le sentencian a pasar su último año de estudios en el colegio de magia norteamericano fundado por una bruja sangre pura y un muggle, con la idea de que el chico al menos en su último año como estudiante pudiera aprender más que magia, la igualdad entre los magos independientemente de su cuna. Hermione se encontrará con un vivo recordatorio de todo lo que desea dejar atrás. Draco se encontrará de frente con una persona que sin saberlo protagoniza sus más profundas pesadillas. ¿Qué pasará con ellos cuando se encuentren nuevamente en un colegio que más allá de las similitudes con Hogwarts es otro mundo? Pensarán que es una burla del destino. Ignorarán que simplemente está destinado a ser.