Jeongin no dejaba de pensar y vagar entre sus pensamientos donde solo había un dueño y se trataba de Kim seungmin, un chico inalcanzable y de buen parecer. Solo que era imposible, por su hermana. - mirame una sola vez como la miras, juega con mis manos como lo haces con las de ella y grita mi nombre sin tener que pedirteloAll Rights Reserved