Algunos adolescentes de 17 años llevan la cuenta de cuántas parejas han tenido en la secundaria. Elliot contaba la cantidad de propuestas que Adam llevaba rechazando. Y para un chico que veía constantemente al mundo donde un lugar en donde el amor era lo único que lo hacía girar, la idea de ver a su mejor amigo como un solitario sentimental era impensable. Entre una obra de teatro, un taller de motos y dos chicos dispuestos a todo por sus objetivos, conseguirle a Adam una cita para San Valentín iba a ser el menor de sus problemas. Catorce días viviendo un engaño; catorce días para afrontar sus realidades; catorce días para ser valientes, y aprender del otro, catorce días de un contrato muy extraño. Catorce días para enamorarse.