Xingchen es curioso ante un mundo colorido que parece abrirse frente a él, las manos le pican por tocar las hebras de los pinceles para saber si son tan suaves como se ven, las acuarelas se alzan ante él y se pregunta si es verdad que comer pintura le hará sentir un estado de ánimo determinado o solo lo llevara al hospital, lo más seguro es que sea la segunda.All Rights Reserved