Un sinestético puede oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. Por ejemplo, puede ver un rojo con mayor intensidad cuando un sonido se vuelve más agudo, o tocar una superficie suave le puede hacer saborear dulce. Estas experiencias no son metafóricas. La depresión tiende a aumentar la fuerza de estas percepciones.