1 2 3 Corre corre...Mariposa 4 5 6 Esconde... Esconde tu alma 7 8 9 ¡Ya te atrapé! Otra pesadilla, otro canto. No podía seguir así. La lluvia y los estruendosos relampagueos sucumbían en el interior de mi pequeña cabaña haciendo eco por todos lados. Me levante con frío y sin ánimos, empujando con mis pies la gran manta. Tan fríos como la voz que cantaba en mis pesadillas, así misma estaba la madera del piso, por cada paso crujía de lo vieja que estaba. Esta cabaña es mejor que estar en esas cuatro paredes blancas que recurrentemente me perseguían en mis noches de insomnio. Como pude, logré llegar hasta el pequeño y añejo baño. Suspire al ver mi rostro tan perdido, pálido y extraño reflejándose en el espejo. «Alysum... ¿Alysum?» Un escalofrío recorrió mi espalda. No, otra vez no...Cerré los ojos con fuerza. «¡¡ALYSUM!!» Un gran gruñido se convirtió en mi nombre. ¿Cómo una voz omnipotente tenía tanta fuerza sobre mí? Una voz tan malévola y oscura podía hacerme flaquear las piernas y querer no existir. -Solo hazlo, Alysum...Dale lo que quiere-susurre al aire. Tomé valor y volví a mirar mi reflejo, pero esta vez no era yo. Era Drago, un Ángel caído. Un ser que no tenía forma ni alma. Mi reflejo había sido distorsionado por unos ojos tan negros como la noche y pupilas tan rojas como la sangre junto con una sonrisa socarrona y malvada...Llena de gracia, por mi dolor. - ¿Te desperté mi angelito? -Dijo con otro gruñido, el me desafiaba con su horrible mirar y yo, a pesar de temblar, no desvié mi mirada ni por un segundo. - ¿No te gusto mi canto? - ¿Tu canto? -Chiste- Estas perdiendo tu encanto Drago... «No te dejes intimidar Alysum» -Oh no angelito...Apenas empiezo a cantar-Gruño, pero esta vez mas estruendoso y tan diabólico que logro agrietar el espejo. Nuevamente quede sola, con miedo, y viendo mi reflejo. ¿Cómo termine así? ¿Cómo pude terminar sola, con una maldición y siendo acosada por un ser maléAll Rights Reserved
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