YoonGi podía sentir perfectamente el exquisito olor por toda la oficina desde el instante en el que entró por la puerta de roble. Se quedó pasmado y estaba seguro de que su alma se escapó junto con el suspiro que salió desde lo profundo de su pecho. Mierda. Lo había encontrado, y no era un maldito asaltante o cualquier otra mierda con la que siempre se atormento. Era un hermoso arquitecto y omega, con olor a gardenias y una tonalidad de mandarinas que le hacía agua la boca. El rico aroma del fruto se asentaba en su nariz aun siendo beta, pero al parecer para su pareja destinada él seguía sin tener el más mínimo olor. ¡¿Cómo carajos funciona ésta mierda?! . ⚠ Queda estrictamente prohibida la copia o la adaptación de esta obra. ⚠ Esta obra contiene contenido sexual explicito. ⚠ Si no te gusta no lo leas. ⚠ Actualizaciones lentas.