-¿Por qué no lo haces? Ordena que te bese, que te toque. - un deje de cinismo y amargura permea esas palabras. - Para mi sería exactamente lo mismo. - Sabe el daño que hace, lo sabe perfectamente, y no se arrepiente al ver el dolor reflejado en el rubí de aquellos ojos que parecen tan perdidos como los de un niño. Kalim siempre ha sido un niño, uno tan poco apto que resulta doloroso. __________________________________________ Historia situada tras los acontecimientos en el arco de Scarabia.All Rights Reserved
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