Arrebatada de su vida cómoda y segura, Irene se encuentra en un lugar oscuro; no solo por la tortura de estar lejos de su familia y con la incertidumbre de si vivirá un día más; sino, porque sus secuestradores le han cubierto los ojos de día y de noche. Lleva doce días sin ver nada. Sin embargo, gran parte de lo que le sucede en esos momentos de invidencia, será lo que la prepare para la venida de problemas más graves que su secuestro. Tres es uno de los secuestradores, y sin embargo, su comportamiento no encaja con la escena de malhechor; no es que sea una perita en dulce; pero hay algo en él que a Irene le inspira confianza. ¿Será esa misma confianza, lo que la condene? o ¿Habrá algo oculto en la participación tan incoherente de Tres, en su secuestro?