Jaemin no era capaz de recordar en qué momento empezó todo, simplemente se odiaban. No recuerda un motivo, una primera pelea, ni el primer insulto; lo que le llevó a creer que simplemente estaba en su ADN. Había nacido para odiar a Jeno y ser odiado por él. Todo el mundo a su alrededor sabía de su enemistad (una vez llegó a escuchar la palabra némesis mientras andaba por los pasillos y encontró casi poético el término).
No lo admitiría en alto, pero en cierta manera le gustaba su rivalidad con Jeno.
O de cómo los mutantes existen, pero no son aceptados. Y de cómo Jaemin y Jeno se odian menos de lo que ellos pensaban.