Ser una chica buena siempre había sido fácil, sonreír, ir los domingos a la iglesia, perfectas calificaciones y seguir las reglas de la casa. Ser la hija que todos desean tener. Hasta que comienza a conocer un nuevo mundo, que le guiña el ojo y la invita a perderse y sumergirse en él. ¿Hasta dónde podrá Leah mantener su perfil de niña buena, hija de papi y mami?