Nadie lo sabe. Y nadie lo puede saber. ¿Cómo podría volver a mirar a alguien a la cara si lo supiera? Mi hermana no lo sabe. Mi pez no lo sabe. Mis amigos no lo saben. Yo no lo sé. Lo más triste es que no puedo culpar a nadie por no saber qué es lo que me ocurre, porque ni yo misma lo sé. Y eso es muy jodido. He ido descubriendo que mi vida está repleta de nadies, y eso me lleva a pensar: si nadie sabe que tengo un problema y yo no sé qué problema tengo, ¿eso me convierte en nadie? ¿O simplemente estoy loca?
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