La familia Damballa es sin lugar a dudas una exitosa familia a ojos externos. Él patriarca del clan es un hombre exitoso que había debutado en su trabajo como abogado. Anixa la hija mayor de la familia vivía en una encrucijada a sus 25 años de edad. Demasiado ocupada en resolver sus problemas que su nueva etapa de vida le brindaba. Sus problemas parecían ir en una montaña rusa; demasiado mundano como para preocupar a otros por los típicos problemas pos adultez de la mujer. La vida de los Damballa se ve perturbada cuando uno de los miembros de la familia desaparece. Sin saber nada de él durante meses la familia es vista en las noticias como una de las víctimas de un horrible acontecimiento. Él asesinato de uno de los miembros de su familia es el detonante para que la desesperación y el odio creciera desde los rincones de cada uno de ellos. Los hijos de la familia se ven presionados por la prensa sobre ellos tratrando de averiguar quién fue el causante de aquél acto atroz, viéndose obligados a buscar un pequeño rayo de sol en esa abrumadora oscuridad que los envolvía sé dan cuenta de con quién han estado viviendo toda su vida. -¡No! Te lo juro -Tus palabras perdieron valor hace mucho. -Cerró sus ojos, su instinto decía que disparará. En estos momentos no confiaba en nadie, movío su dedo precionando el el gatillo con lentitud. Solo un poco más y la bala saldría acabando con él. Escucho un estruendo. Abrío los ojos con lentitud, su mirada captó el sueve brillo de los ojos de luna y luego todo se tornó negro-