Sí amarte no era mi destino, déjame cuidarte aunque sea en sueños, delinearé tus llagas con mis deseos y las curaré con besos, abrazaré tus memorias y repartiré un cálido sentir en las más tristes. Si amarte no era mi destino, entonces búscame en la astronomía del más allá donde aún te espero sorbiendo algo de chocolate caliente mientras me escondo detrás de la luna. Si amarte no era mi destino, creo que no creo en el destino. Déjame estudiar astronomía platónica, déjame estudiar en tu salón. ¡! Precaución: en esta historia se tocará el tema de la infidelidad.All Rights Reserved
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