Dina pudo heredar un cadillac, pudo heredar la casa en donde creció, pudo heredar el negocio familiar, en cambio, su abuelo decidió heredarle un castillo.
Un castillo en Escocia, si, estaba segura que aun ahí, tan lejos de la civilización, seguía siendo Escocia.
Dina amaba a su abuelo y por amor a él ha decidido darle una oportunidad a aquel castillo olvidado por Dios. Ahí descubrirá un interesante retrato... un diario y el recuerdo de un Duque... que le quitaran el sueño y tal vez la vida.
Dina jamas habia amado, pensó que jamas lo haria y menos, a un hombre muerto hacia siglos...
Una no puede enamorarse de un retrato... o eso quiere creer.
Lady Frances Hess sabía que su estatus al ser la cuñada de lord Cholmondeley era algo que le daba ventaja en la región, por eso era tan presumida y arrogante que la mayoría de los caballeros la detestaban, lo que hacía que una propuesta matrimonial se convirtiera en una verdadera hazaña.
Robert Preston, marqués de Winchelsea, autoproclamado nómada había llegado a su próxima parada en Cheshire para conocer el condado y sus maravillas; sin embargo, acabó conociendo a la criatura más petulante de Inglaterra, aunque con un encanto que solo él podía percibir.
¿Sería posible que por fin deseara establecerse en ese condado solo para hacerle tragar su arrogancia a Frances o seguirá su camino dejando atrás a esa bella arpía?