Solo quiero vivir

Lina tiene 17 años y está apunto de terminar la secundaria. Esto la emociona -como pocas cosas- pues considera que su vida real está apunto de iniciar. Ha sufrido de depresión por los últimos 3 años; sin embargo, este último ha sido el menos pesado pues por fin aprendió a ocultarlo, ya nadie le pregunta constantemente si se siente bien y eso la ha puesto de mejor humor.

No está segura de qué carrera estudiar a pesar de las charlas vocacionales de rutina que le dieron en el colegio; pero sabe que debe escoger pronto, pues su tía así lo espera. Sin embargo, la atención de Lina está puesta en otros asuntos: Quiere sentir que vale la pena estar viva y con algo de suerte, encontrarle un sentido a su existencia. Por esa razón comienza a escribir un diario, donde compartirá sus nuevas experiencias y sus más íntimos pensamientos. Además, nunca se ha enamorado, pero lo ha soñado más veces de las que quiere admitir. Evidentemente está ansiosa por aprender cosas nuevas, pero todavía no sabe lo profundo que deberá caer para lograrlo.