Beta

¿para que nacemos?.
esa era la constante interrogante en la mente de esa niña que ni siquiera tenían la decencia de colocarle un nombre, era un objeto, un mero experimento.
entrenar, comer, entrenar y comer, era únicamente ese ciclo sin final, ni siquiera su propio cuerpo le permitía descansar, su kosei era básicamente una energía inagotable que podía tanto quitar como dar, la podía obtener de cualquier medio, primero por fricción, fue un resultado doloroso, luego calor, adaptabilidad impresionante pues si cuerpo absorbía el calor, del sol mismo, era una batería autorecargable, podía incluso obtener la energía de si misma, si su corazón bombeaba lo suficientemente rápido, dando como resultado una ola de calor que emanaba de ella derritiendo hasta la barrera más firme de hielo, podía convertir la electricidad en un sustento para si, tanto recibirla como devolverla, hasta ahora lo más reciente que descubrieron fue, el poder distribuir esa energía a modo de una fuerza increíble a cualquier parte de su cuerpo.
A sus 10 años había atravesado de un solo golpe granito, hielo, concreto y cemento; de 2 a 5 golpea para atravesar hierro, plomo, titanio y concreto reforzado.
supieron manipular su concentración de energía y fuerza para darle una regeneración medianamente aceptable durante una batalla.
por ahora es usada como una batería interminable para la sede dónde es la rata de laboratorio.
es su fuente de energía viviente.