Gabrielle

La Sangre, el Oro y el Acero, los tres elementos que marcaron su reino.

Sangre que corrió por las venas de su padre, que la hizo heredera del trono, y marcó cada paso de su vida desde que fue creada.

Oro, que portó en su cabeza en forma de corona, y que impuso el peso en sus hombros. Oro del anillo, que sin amor o con este, ligó a los esposos en santo matrimonio.

Y Acero, que forjó las espadas usadas en la guerra, se llenaron de sangre, y mantuvieron el oro en su coronilla, además de fraguar las dagas que la apuñalaron en la espalda.

Las tres se complementan, y cada reino tendrá que convivir con las obligaciones y el peligro de las tres.

Gabrielle tuvo que convivir con las tres a corta edad, a pesar de que pudo costarle la vida algún día.