La luna del alfa nació, el pueblo se regocijo fausto levantando alegres cantos de alabanza al cielo, aquel dorado día había llegado, la manada tendría su futuro asegurado con la llegada de su luna, el encargado de cargar al heredero y futuro líder.
El llanto y desesperación de la gente se escucho resonando por cada rincón del pueblo, tropas enormes del sur corrían velozmente al rededor esparciendo la multitud, la alegría había cesado, el festejo se había acabado, la luna... había desaparecido...
En lo profundo del bosque a las afueras de los limites, un lobo negro corría mientras el llanto de su bebe se profundizaba cada vez más, cada vez más lejos, cada vez más lejos de su alfa.
Al fin te encontré... mi luna.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...