"Damas y caballeros, bienvenidos al Circo de la Luna. Durante esta mágica noche verán lo nunca visto... La luna llena es tan importante para mí y mi compañía que cada vez que esta aparece tenemos la obligación de mostrar al mundo las maravillas de nuestro pequeño mundo dentro del circo. Sin más dilación, les presento a los humanos voladores, los trapecistas..."
Cuando entró por la esquina de la carpa supo que no debía estar nunca más en el suelo, sino a 20 metros de altura, volando, saltando... viviendo.