Al concluir la guerra, Blaise, Pansy, Theodore y Draco decidieron tomar sus cosas y mudarse al mundo muggle, por propia salud mental. Blaise salía de fiesta todas las noches, tomaba hasta perder el conocimiento, pero en el fondo no lo odiaba, no se odiaba y eso le jodía. No lo hacía por hacerse daño, no se confundan, él solo quería olvidarlo, aunque si era consciente que no era la mejor solución. Los chicos se habían acostumbrado al mundo muggle con bastante rapidez, estaba decididos a disfrutar su juventud, hasta que tuvieran que regresar. Pero como la suerte es una perra, él le recordaría que jamás podría olvidarlo, que jamás podría alejarse de él. Por qué era suyo, completamente suyo.
1 part