-¿Quién mierda eres? -Un chico cualquiera. ¿Y tú? -No te importa. -Mmm... -pensé, dando vueltas con la piruleta por mi lengua- No eres un tiburón, ni una serpiente, ni un felino, pero... si te busco, te escapas. Y si me encuentras, me atrapas. ¿Qué eres? -Eso se llama sobrevivir. Le tendí la mano. -Pues encantado, supervivencia. -No es mutuo, chico cualquiera. Y correspondió mi apretón de manos.