Dante, con sus apenas 28 años había pagado ya todas sus culpas, o al menos eso es lo que Natalia pensaba cuando descubrio todo lo que ocultaba bajo su defensiva y en ocasiones calmada apariencia.
Aunque ella le dijera que aquello no había sido su culpa (al menos no directamente) y tratara de hacerlo sentir un poco mejor, de quitarle un poco de culpa y calmar sus miedos, él no pensaba igual, estaba seguro de que en algún momento toda esa felicidad que sentía se podría esfumar, tan pronto como llegó, y no quería eso, solo quería protegerla, tal vez por eso se negó tan rotundamente en un inicio, pero simplemente no podía negar lo mucho que le gustaba ella, lo mucho que la quería y cuanto la deseaba a su lado, para amarla, para protegerla.
Pero las cosas buenas no duran por siempre, ¿verdad?, y tal vez él tenía razón después de todo en una de las tantas cosas en las que siempre tiene la razón.
No conocían en verdad lo que era el amor, hasta que se conocieron. Ahora se pertenecían el uno al otro y no había nada que cambiara eso.
Obra original.
Traducciones y adaptaciones solo con mi permiso.