Alguien te está vigilando. Te sigue a donde quiera que vas y te observa entre las sombras. Es muy curioso como todos los niños alguna vez tuvimos un juguete muy preciado o soñamos con algo que nuestros padres jamás nos dejarían obtener, pero ¿Qué pasaría sí ese anhelo se transforma en una obsesión macabra nunca antes escuchada? Unas ganas intensas y enfermizas de un juguete. Uno de tamaño real, de carne y hueso. ¿Qué tal si de pronto ese juguete eres tú?