Prólogo
Ese chico de ojos verdes tan profundos que hasta me asusta, su mirada conectada a la mía, su frialdad e intriga que hay en ellos es absurda, aunque en este momento mi cabeza está en blanco lo único que puedo pensar en ¿quién es? ¿Porque está aquí? Y lo más importante ¿cómo se llama? Y lo más interesante es que no parece un chico de por aquí, pero ¿por qué? Lleva unos pantalones de jean rotos y una camisa negra remangada hasta los ante brazos. Su pelo negro como la noche, su tez blanca y con una cicatriz arriba de la ceja no tan grande, pero se nota (aparte de que es extremadamente sexy).
Nos miramos, pero a los segundos se va, desaparece de mi vista en unos instantes, pero antes de irse deja algo sobre una de las estanterías. Lo busco con la mirada y no lo encuentro, pero lo que aparece en mi campo es lo que dejó en ese lugar, un libro.
El libro del chico misterioso....
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.