Para salvar a su familia de la desgracia y banca rota total de la empresa de su padre, Fabiana firma su condena de por vida casándose con su propio verdugo.
- Incluso si me apuntaras con un arma en frente, jamás accedería a ti por gusto -expreso soltando el odio que le tengo- ni aunque fueses el último hombre sobre la tierra voy a tener otro sentimiento hacia a ti que no sea odio- finalizo tratando de regular mi respiración
- te haré tragar tus palabras enteras- asevera sin dejar de analizarme - y cuando eso pase seré para ti como el agua en el desierto- continua pasando sus manos acomodando su cabello- y aun si no pasa, eres mía, eras mía y continuarás siendo de mi propiedad hasta que la muerte se haga presente y me arrebate de la vida, hasta entonces tendrás que acostumbrarte y complacerme cada que me nazca, cada que quiera follarte, cada que quiera estar en ti, porque Gabriel Gastrell- asevera acercándose peligrosamente a mí poniendo su dedo índice en mi cien- es tu dueño y eso no va cambiar nunca" -finaliza saliendo de la habitación dando un portazo.