Alicia no volvió a ser la misma tras leer aquella carta. Había quedado destruída y condenada a regresar a una vida llena de amargura y maltrato. Quería olvidar, pretendía seguir su vida como si Alessandro no hubiera parecido nunca y se había resignado a volver a callar y someterse a las humillaciones de Ryan. Ahora el tenía el poder no solo sobre Alicia, sino donde toda su familia. Había dejado a Alicia defalcada obligándola a depender totalmente de él y al enterarse de su infidelidad con Alessandro, se propuso vengarse de ella de la manera más cruel y repugnante posible. Todo cambia cuando obligados por azares del destino Alicia y Alessandro vuelven a coincidir en circunstancias totalmente distintas a cómo se habían conocido. Una dura verdad hace que Alessandro vea el error que cometió al vengarse de Alicia siendo ya demasiado tarde. El dolor, la desilusión y las humillaciones hicieron de Alicia una mujer inerte al amor y sobre todo al perdón. Alessandro de enfrentaría no solo a la culpa de su error, sino también a un nuevo amor que se había cruzado en la vida de Alicia, un amor que podría fracturar una amistad y hacer que perdiera por completo el amor de ella. Solo podía recurrir al perdón de la mujer que ama aunque ese perdón no significara tenerla a su lado, pues la teoría sobre el perdón que tenía Alicia era muy distinta a la que Alessandro tenía en su mente y corazón.