Habían luces parpadeantes que prendían y apagaban sus corazones, como algo inevitable que daba paso a la oscuridad, a un mundo de ruinas lleno de problemas, ansiedad y depresión que nadie más que ellos comprendían. 5201314 fue lo que escribió el chico besando las cicatrices de la castaña, ella le entregó su corazón.