Nada está escrito, y la incertidumbre del mañana puede ser reescrita de forma única. Lo único que tenemos en común cada alma viva, es la muerte. No dirá hora, ni fecha de llegada, solo te tomará en su manto hasta la nada, o quizás el más allá. Escritos de cuando era una novata queriendo retratar lo que para mí era la muerte.