A pesar de las quejas, Sakusa Kiyoomi aparcó en el descampado. A pesar de las quejas, Sakusa Kiyoomi se desabrochó el cinturón de seguridad. A pesar de las quejas, Sakusa Kiyoomi besaba con fervor a Atsumu Miya. Y, a pesar de todo, Sakusa Kiyoomi amaba a Atsumu con toda su alma. La vista de Sakusa Kiyoomi se fundió en negro antes de escuchar el sonido de algo quebrarse. No supo distinguir si los cristales se rompieron antes que su corazón. Fotografía Portada: Tristan Petel