De un día a otro dejé de ser la misma, pensé que era la única en este mundo con estas habilidades, pensé que era yo entre millones, pero no, ahora veo que no soy la única extraña en este mundo. Si los cazadores se enteran que estamos vivos y en Portland, estamos muertos. En su primer visita, pensamos que sólo eran tres o seis, pero nos dimos cuenta que estábamos mal, habían cuatro más y no eran normales. Mientras mi padre y mi nueva familia estén a salvo, también lo estaré yo, en este momento ni siquiera me preocupo por mi misma, por lo menos esto que me paso me puede ayudar a proteger a quiénes no tienen lo que yo. No me importa quién sea, pero si llegan a hacernos daño juro que lo lamentarán.