Me desgraciaron así que los acabé, pero me dejaron un recuerdo vivo, y cada vez que veo esos grandes ojos me recuerda a esa noche. Amar no es una obligación, es una decisión. Y por mas que lo intente me fue imposible, pero me costó darme cuenta que al menos me importaba, y cuando lo acepte traté de salvarla de donde yo misma la hice llegar, pero no, simplemente no funciono...