Por: wedgegeck Érase una vez una señora con serios problemas de manejo de la ira que no sabía que era una rarita. Un día, mientras se ocupaba de su extraño negocio, conoció a un chico que definitivamente era un bicho raro. A pesar de sus mejores intenciones, como resultado se desarrolló una conmovedora historia de amor. Lástima que el tipo tenga un gusto terrible para los videojuegos. Saitama x Tatsumaki