- No voy a dejarte pasar- dijo Jayden acercándose cada vez más con una sonrisa y sus encantadores ojos celestes, que podrían poner de rodillas a cualquiera - Antes de salir de aquí, esa boca será mía.
Ainsley es reconocida en muchos medios del país, desde pequeña ha desfilado por infinitas pasarelas, hasta que llegó al punto de no soportar más la presión y decidió alejarse de ese mundo por un tiempo, decidiendo así asistir a Summer Camp.
Ella es una chica increíblemente bonita, y a pesar de estar rodeada de gente artificial, por ser modelo, ella es todo lo contrario. Pronto, todos descubrirán en Ainsley a una chica sencilla, graciosa, valiente y dispuesta a hacer lo que sea por aquellas personas que quiere.
Ainsley quería pasar un verano tranquilo. Y nada es tranquilo cuando conoces a Jayden Thompson.
Jayden es el típico chico. Está allí porque su madre es la directora de Summer Camp. El solo quiere divertirse. Asiste todos los años acompañado de sus amigos, ya que en aquel campamento se ha formado la mayor competencia veraniega de fútbol americano de todos los tiempos. Jayden es encantador, muy seductor y bromista, y hará todo lo posible para lograr conquistar a Ainsley, cueste lo que cueste...
Pero... ¿Por que tanto empeño? Todos allí saben que Jayden no da puntadas sin hilo. Entonces... ¿de que se trata? ¿Logrará conquistar a Ainsley sin enamorarse de ella? ¿Logrará Ainsley resistirse a sus encantos?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.