En esta oscuridad sofocante, una soledad inimaginable se siente por todo el aire. Te esperare aunque mis días sean interminables, una eternidad abrasadora sin un final estable. Mi dolor es un puñal clavado en el pecho, algo asfixiante en mi garganta no deja respirar, hasta el punto de verte parada frente a mi. Respirando... mi par de ojos gotean como un grifo roto, sin poder distinguirse la causa. ¿Es el dolor físico o es el dolor emocional quien me sofoca y penetra sin misericordia? ¿Es una jugada de mi mente para desgarrarme en pedazos lentamente y lo sienta cada segundo en esta oscuridad infinita?...