Hermosa calamidad

Desde que Selene fue quemada viva ya nadie mas la recordó, las personas que decían ser amigos de ella simplemente se esfumaron, ¿su familia? bueno ellos nunca la ayudaron.
Ella sintió como su garganta quemaba cuando dijo aquella desastrosa poesía, todo el dolor y el rencor guardado salió a la luz, una poesía tan simple y plana seria capas de hacer tanto daño, pero ella estaba muerta.

-¿Me vengaras, pequeña flor?.- acaricio el cabello rojo de la niña, sus ojos que antes eran inocentes ahora ardían en furia.
-Sí.- esa determinación fue suficiente, para que el destino se cumpliera.