-¡Te explique lo que sentía y tu no lo tomas enserio! ¡te cuento todo y no me dices nada! ¡estoy cansado de lo mismo! -grito Uenoyama ya frustrado con aquella situación -¡Solo soy yo el que pone en esta relaciona! ¡tu no haces nada mas que lamentarte de muchas cosas que ya pasaron! ¡No se porque haces esto mas complicado! -ahí estaba el ojiazul, molesto y frustrado con el joven de cabello naranja quien se mantenía en un silencio total y con la mirada baja -Mafuyu ¿Por qué no me dijiste nada? ¿no confías en mi acaso? -aquello despertó algo en el joven naranja quien ya ese punto solo quería huir de ahí -¿porque no me dijiste que estabas incomodo con todo? No entiendo porque estas así, quiero que tu no se comprendas también mis sentimientos, no te entiendo y creo que jamás lo hare.
-Es cierto...-dijo el joven derramando lagrimas -puede que tengas razón y jamás podrás entenderme, ni entender mi pasado ni nada, ni conocer mis traumas...claro jamás lo sabrás porque no lo vivirás, ver al que fue el amor de tu vida colgado ante tus ojos, el verle ahí su cuerpo sin vida, no poder volverlo a ver ¿lo entenderías? -pregunto -¿sabes lo que es perder a alguien por suicidio? ¿no verdad? no te culpo y no le deseo esto a nadie y jamás a ti que eres el amor de mi vida, y si piensas que eres un remplazo...no lo eres...jamás lo serias ¿te preguntas porque me paralizo cuando se rompen las cuerda? -pregunto -porque eso paso cuando lo encontré a el ahorcado -para aquel joven hacer la revelación total ante el ojiazul le dejo petrificado, Uenoyama no sabia que decir, no sabia que responderle al verle así -jamás lo sabrás -dijo con lagrimas en sus ojos y una sonrisa -pero descuida no necesitas entenderme...no te obligare a nada.