Los gatitos hacen miau

Para muchos, el efecto dominó podría ser considerado algo bueno, o algo malo; todo podría depender siempre de la situación en la que éste se ejecuta. Sin embargo, para Kanna, no resultó tan bien como lo esperaba.
El día en que decidió por fin confesar sus sentimientos, la persona a la que quería parecía estar confesándose a otra. Luego, para "rematarla", parecía buena idea que la muerte la reclamara.
Aún así, su historia no queda allí. Después de un largo y profundo letargo en el que es un alma en pena, la Diosa de las vidas le da una oportunidad: vuelve a la tierra y salva lo que queda de ti, antes de que sea completamente tarde.
Ella aceptó, ¿quién no lo haría? Pero todo se va al traste cuando, una vez haciéndose paso al mundo de los vivos, se da cuenta de tres pequeños detalles:
Quizás el menos importante, que su cuerpo esté cubierto de pelo.
Quizás el más engorroso, que su dueño es el chico que le rompió el corazón.
Y, para finalizar con la tragedia, que sólo puede decir "miau".

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Esta historia fue escrita únicamente para un entretenimiento ligero. No esperes encontrar lo que podrías encontrar en un libro más extenso, porque no ha sido mi intención en primer lugar. Tan sólo se basa de una lectura ligera, agradable y entretenida para el público.
Espero que la disfruten tanto como yo.