Iguro Obanai regresaba de una larga y cansada misión, tomando un pequeño descanso en una casa de glicinias antes de dirigirse a la sede a reportar los detalles de la misión, sin embargo, sus necesidades humanas no respetaban el hecho de ser un Pilar, orillando al pilar de ojos bicolor a atender su demandante cuerpo pero ¿Lo haría solo?All Rights Reserved
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