𝐓| Con el paso de los años, Nanami logró desempeñar un excelente rol como diosa del templo Mikage. Consiguió cientos de fieles, turistas y personas interesadas en el santuario. Todos ellos ocupaban una pequeña porción de espacio dentro de su corazón, siendo así también, parte de su felicidad. Sin embargo, su condición humana indirectamente limitaba aquella experiencia a unas pocas décadas más. Tomoe sabía que, mas pronto que tarde, Nanami partiría al mismo lugar que Yukiji, transformándose lentamente en un recuerdo. Y cuando eso ocurriera, ¿Qué rumbo tomaría su vida?