Todos pensamos que algo tan pequeño como una semilla es tan insignificante; todos juzgamos algo sin ni siquiera conocerlo; Todos gritamos si nos enojamos. Pero cuando nos toca a nosotros simplemente no podemos soportarlo, nos encerramos en nuestro propio círculo. Contamos nuestra historia y nadie nos cree, decimos nuestros sueños y no se los toman en serio, solo pensamos en rendirnos. Este caso es diferente, trata de una niña que se volvió una mujer. Lloró, sufrió, se fue y volvió con más ganas, más fuerza y demostró que algo tan pequeño como una semilla puede volverse algo tan grande como un manzano. Y es algo que tú puedes hacer si te lo propones...
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