Después de que les hayan tomado unos exámenes para saber cuál sería su segundo género, la clase A experimenta todo tipo de reacciones a sus resultados. A Bakugo no le interesa en lo absoluto, era y seguirá siendo el mejor de todas formas. Solo estaba ansioso porque dependiendo de su resultado una parte de su plan tendría que moverse para llegar al resultado que quería para su vida personal. Por otro lado, Todoroki esta al borde de una crisis emocional, y si su padre se entera sabe que su familia tendrá otro problema, uno más a la lista de su casa llena de problemas.