-Erika, estoy harta de tu comportamiento, junto a tu padre hemos decidido llevarte a un campamento de verano, legos de todo. -¡NO! Por favor tengo el verano TODO planeado, no lo puedo cancelar. -No has dejado elección, esperemos que te vaya muy bien y vulvas un poco menos problemática, y más madura. Te vas en dos días, empieza a hacer las maletas y despedirte, en el comedor, están las instrucciones, y lo que necesitas. Esa fue la peor noticia que podrían darme en mi vida. O eso creo. Dos días después, estaba en el campamento. La recepcionista me miro muy curiosamente, y sorprendida a la vez, y hasta que no me presentaron a todo el mundo, que no lo entendí. Era la única chica, entre diez ardientes chicos.