Almas en el mar

Enamorarse de un pirata...
Hoy en día se cree que los piratas eran amantes de mujeres bellas, pero no es del todo cierto. La verdad es que ellos llegaban a formar lazos entre hombres y aceptaban tal matrimonio como algo normal.
Las personas en tierra seguirán pensando en ello como una abominación.
Así que para Elinathan, aquello no podría ser posible. A pesar de no sentirse atraído por mujeres, jamás pensó en la opción de enamorarse de alguien de su mismo genero.
Hasta que le conoció.

Ser libre...
Ser una dama de sociedad no le sentaba bien, tener que comportarse como dictaba la sociedad era horrible. Pero poder evitar casarse y no tener ningún hijo, ese sería el paraíso para una mujer.
Aunque sus abuelos nunca aceptarían esas ideas.
Elizabeth solo deseaba escapar, y convertirse en una persona capaz de lidiar con mejores problemas que decidir cuál vestido usar.
Ese sería su paraíso.

Correcto.
Un mundo en el que todo fuera justo y correcto. Esa era la fantasía de Jonathan, el quería que las personas respetarán las reglas, tanto divinas como humanas. Todo sería perfecto y maravilloso, pero su propia familia le ponía impedimentos. Suena pacífico, sin embargo, no sería divertido.
De todas formas, los sueños casi nunca se cumplen

Esta historia se desarrolla en el siglo XV.
Cuando los piratas regían los mares con la ley de la sangre, se amaban entre hombres libremente, destruían y robaban todo lo que fuera de valor.
Cuando las mujeres eran menos preciadas y solo se creía que podrían ser buenas para tener hijos y nada más.
Cuando las personas eran de mente cerrada y rechazaban a sus propios familiares solo por diferir en pensamientos o ideas.
Estos personajes tienen una vida muy dura.