La muerte de un familiar es devastadora. Pero la muerte de mi padre, fue tan caótica que no podría ponerla en una sóla oración. Tan malditamente dolorosa y desoladora, que no muchos podrían entenderlo. Después de la terrible noticia, de los lamentos, de los llantos desesperantes, de las malas palabras de aliento, del proceso funerario, de los abrazos dolorosos, de los 9 tortuosos días, de los malos y buenos recuerdos, es cuando empieza esta historia.