Hace muchos años, después de la creación de Hogwarts, y antes de que los Fundadores decidieran separar la escuela por casas, Godric, Helga, Rowena y Salazar tomaron al chico más prometedor del pueblo y le enseñaron todo lo que sabían. Lo educaron en el arte de la magia, y, cuando mostró tener habilidad, le enseñaron a controlarla. Por desgracia, él quería más. El poder lo cegó y peleó contra sus maestros. Ganó seguidores, muchos. Tenía un don con las palabras. Sabía hablar de una manera que hacía que la gente lo quisiera. Los fundadores, asustados, hicieron lo único que creyeron conveniente. Lo encerraron en una dimensión espejo, lo único suficientemente fuerte para mantener su magia captiva. No querían matarlo, claro que no. Era su alumno después de todo. Pero antes de que lograran su cometido, él les prometió que se arrepentirían del día en que decidieron traicionarlo. Después de unos años en los que no se apareció lo borraron de su mente. El problema fue años después, cuando una profecía sobre su regreso fue dicha por la mismísima Helga Hufflepuff, sobre como, en el momento en que sus herederos fueran elegidos, él regresaría. Claro está, no podía permitir esto.
Cuando estaban a punto de morir guardaron sus memorias y su sabiduría en una dimensión espejo en un sauce llorón en lo más profundo del Bosque Prohibido, así como habían hecho con él.
Siglos después se dieron cuenta que la dimensión dónde lo habían encerrado comenzaba a romperse. Y decidieron que era tiempo de encontrar a sus herederos y enseñarles todo para poder detenerlo.
Y así fue como Will Hamilton, Clarisse Dubois, Laura Weasley y Nico De Luca se prepararon para pelear contra el que alguna vez fue el más fuerte. Pasarán por cada prueba que la vida les tiene preparados juntos.All Rights Reserved